De
vez en cuando aparece en los medios de comunicación alguna información que
comienza más o menos así: “Según un reciente estudio de la Universidad de…”
Detrás de este titular podemos encontrar importantes avances médicos o
científicos, sesudos análisis macroeconómicos o curiosos estudios sociológicos.
En este caso el titular completo es: “Según
un estudio de la Universidad de Wisconsin la amistad entre el hombre y la mujer
no existe.” O, dicho de otra forma, entre hombres y mujeres siempre hay
algún tipo de interés que les impide ser solo amigos.
Lo
que afirman estas nuevas investigaciones es que, aunque creamos –mujeres y
hombres heteros- que somos capaces de ser solo amigos, la oportunidad (o la
percepción de la oportunidad) de un romance siempre está a la vuelta de la
esquina, al acecho, esperando un momento de debilidad de una de las partes.
Como
suele ser habitual, hay diferencias en cómo ellos y ellas experimentamos la
amistad entre heteros, según los resultados de este estudio. Los hombres analizados
pensaban con más frecuencia que sus amigas podían sentirse atraídas por ellos
pero ambos, hombres y mujeres, habían fantaseado con la posibilidad de vivir
una situación romántica con su “amigo,
solo amigo”.
Encuentro
gracioso el término romance utilizado
en la publicación del estudio. Suena arcaico pero entendemos perfectamente su
alcance. Lo que no me resulta tan gracioso es que los resultados obtenidos
rompen todos los esquemas que yo tenía al respecto. Siempre he creído saber
diferenciar entre relaciones que podían ir más lejos y aquellas otras con amigas y punto. Estaba plenamente
convencido de ello. Y ahora resulta que no, que eso no existe. Que siempre han
sido amigas y puntos suspensivos, con
posibilidad, oportunidad o percepción de algo más. No sé si esto me obliga a
repasar mis relaciones de amistad con mujeres para detectar si realmente
existía el más mínimo atisbo o posibilidad de romance en ellas pero, en todo
caso, me intranquiliza bastante.
En
mi agenda (por fin una pulcra tabla Excel en la que he volcado, no sin
esfuerzo, las múltiples agendas parciales que pululaban por casa) tras el
nombre de alguna mujer tengo anotada en la columna Referencia la palabra Amiga.
¿Qué tengo que poner ahora? Lo siento por los de Wisconsin pero mantengo mi fe.
8 comentarios:
Yo creo que la amistad entre hombres y mujeres es perfectamente posible. Es más, creo que puede ser más sólida incluso que entre hombres, al menos. Puede ser cierto que en unos primeros momentos pueden acechar esos "peligros" que se indican, pero superado eso yo puedo afirmar que tengo "amigas solo amigas".
Saludos y buenas fiestas.
Luis
Pero esto no vale para los amigos/as de facebook o twitter, ¿no?
En principio el estudio no va por ahí, pero quién sabe...
Seguro que pronto sale alguna investigación al respecto, si es que no existe ya.
Bienvenido al blog, Jesús.
!!!POR FIN!!!
Hace un tiempo retomé mi relación con un amigo de toda la vida tras muchos años sin saber nada el uno del otro. Y... bueno..., digamos que uno de mis hermanos ha visto confirmada su teoría de que un hombre y una mujer no pueden ser sólo amigos.
Pero yo sigo pensando que ese tipo de amistad es posible.
Un saludo,
El ¡¡¡POR FIN!!! lo interpreto como una afirmación al estudio comentado. Pero no me queda muy claro, Anónimo.
Respecto al segundo Anónimo, no he entendido del todo la historia entre tu relación con el amigo y la confirmación de tu hermano. Puede ser que hoy me haya levantado un poco espeso, sin más. Pero lo que está claro es que las opiniones o las experiencias en este tema son diversas.
Saludos a los dos.
Vas a montar una consultoria matrimonial después de esta entrada de blog, Bernardo :P
Yo creo que la amistad sí es posible... aunque a veces puede haber momentos de ligero "tanteo", a ver que pasa...
Yo también afirmo que mis amigos son solo amigos.
Me ha gustado eso del "ligero tanteo". O sea que si después del "tanteo" no hay nada ya podemos quedar como amigos. Interesante planteamiento.
Y, por cierto, de consultorio matrimonial nada. No soy el más indicado... Yo solo he hablado de la amistad.
¡Que no falte el buen humor! Sobre todo en estos "maravillosos" días que se nos avecinan.
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