jueves, 29 de marzo de 2012

“MENOS ES MÁS”

Al acceder a internet Google me anuncia que se cumplen 126 años del nacimiento del arquitecto de origen alemán Mies van der Rohe. No tenía intención de dedicar esta entrada a un tema de arquitectura y no lo voy a hacer pero, curiosamente, este aniversario me viene al pelo. Mies van der Rohe acuñó la famosa frase Less is more (Menos es más), que llegó a convertirse en un auténtico eslogan y que de alguna forma resumía todo el espíritu de su obra basada en una aparente reducción y sencillez de formas que se sustentaba, sin embargo, en un exquisito equilibrio constructivo. Aún recuerdo la complejidad de los pilares en esquina del edificio Seagram de Nueva York o los escalones de la casa Farnsworth, que tuve que dibujar en la Escuela de Arquitectura.
Hace unos días volví a ver Una historia verdadera (1999) del denominado por algunos “turbio” director David Lynch. ¿Y qué tendrá que ver la velocidad con el tocino? Pues tiene que ver. Se trata de una película atípica dentro de su filmografía, sin duda. Un argumento sencillo: el protagonista decide ir a visitar a su hermano a bordo de su máquina cortacésped. Y a modo de una road movie la historia va avanzando con el ritmo lento de la máquina que va tragando millas hacia su destino. Sin sobresaltos, sin grandes incidencias, el tenaz protagonista va acercándose a su destino. Y en este punto caemos en la cuenta de que de una forma casi inconsciente, como esa fina lluvia imperceptible que al final acaba empapándonos, así nos hemos ido empapando de la vida de este hombre a través de los encuentros y diálogos que ha ido teniendo a lo largo de su viaje: una hija “diferente”, su traumática experiencia como soldado en la guerra, sus problemas con el alcohol, el distanciamiento con su hermano al que no ve desde hace diez años. Personas y paisajes van haciendo avanzar la historia hacia el desenlace final, el encuentro con su hermano, resuelto de forma magistral. Lo que podía haberse convertido en una escena “lacrimógena” o llena de fuegos artificiales queda resuelto en una escena de unos pocos segundos: los dos protagonistas en el porche de la casa, separados unos metros. El hermano le pregunta sin mirarle “¿Has venido en eso?” Dos primeros planos breves y la cámara se eleva hacia el cielo, hacia las estrellas. “The End”. Menos es más. Detrás de esa aparente sencillez, un perfecto engranaje de guión, fotografía, montaje e interpretación. Una de las más bellas películas de finales del siglo XX. 


Cuando la película terminó me vino a la cabeza otro título, París, Texas ( Win Wenders. 1984). Si en la película anterior el último personaje que aparece en pantalla es el interpretrado por el actor Harry Dean Stanton, en ésta es este mismo actor el primero en aparecer en pantalla. Pero hay más similitudes. Porque en esta película también hay una búsqueda, un viaje hacia el encuentro de un vínculo familiar perdido. Y un encuentro a través de otra gran secuencia: el primer plano mantenido durante varios minutos sobre el rostro de su mujer (Nastassja Kinski) que se va transformando a medida que va identificando la historia que una voz le está contando al otro lado del cristal opaco. De nuevo Menos es más.




Y he dejado para el final la referencia a otro punto en común de ambas películas, la música que, en ambos casos y sin estridencias, ofrece una perfecta envoltura mezcla de amargura y esperanza. Los responsables, Angelo Badalamenti en la primera y Ry Cooder en la segunda.

Mies van der Rohe murió en 1969, años antes de que se rodaran estas películas. ¿Le habrían gustado?

jueves, 22 de marzo de 2012

CABO DE HORNOS

Los barcos participantes en la regata Volvo Ocean Race (ver entrada en este blog: http://www.echonovemberecho.blogspot.com.es/search?q=una+regata+de+locos ) se aproximan al Cabo de Hornos, lugar emblemático en el mundo de la navegación. Tanto es así que a principios del siglo XX se creó la Cofradía de los Capitanes del Cabo de Hornos o Cofradía de los Caphorniers, cuyos cofrades activos debían cumplir el requisito de “…que hayan cruzado navegando (a vela) al mando de sus naves o embarcaciones el meridiano de los sesenta y siete grados y dieciséis minutos de longitud oeste de Greenwich, al sur del Cabo de Hornos…”

Y ¿por qué ese reconocimiento para los navegantes que consiguen doblar Cabo de Hornos? ¿De dónde proviene su leyenda?

Cabo de Hornos es el punto más austral de la Tierra asociada tradicionalmente a Sudamérica. Se ubica en la costa de la isla de Hornos ( 55º 59’ S 67º 16’ W ), y marca el límite norte del Pasaje de Drake, el estrecho que separa Sudamérica de la Antártida. A la vez, el meridiano que marca la división geodésica entre los Océanos Pacífico y Atlántico se traza desde el Cabo de Hornos hacia el Océano Glaciar Antártico.

 Varios factores se combinan convirtiéndolo en uno de los pasos más peligrosos para la navegación:
- Las naves deben adentrarse en aguas de latitud 56º S, en la zona de los vientos más fuertes (los cuarenta bramadores, los cincuenta furiosos y los sesenta aulladores). La fuerza de estos vientos es extrema en esas aguas por el efecto embudo provocado por la cordillera de los Andes y la Península Antártica, canalizando las masas de viento hacia el Pasaje de Drake.
-En el entorno de Hornos los fondos marinos descienden bruscamente en muy poco espacio, lo que provoca un oleaje desordenado, de aguas revueltas, con olas cortas y empinadas.
-Las fuertes corrientes y la inestabilidad atmosférica (se pueden sufrir varias borrascas y temporales en un mismo día) son una dificultad añadida, así como las olas gigantes que aparecen a veces al Oeste del Cabo.
-Los icebergs también suponen un importante peligro en estas latitudes, obligando a los navegantes a una continua vigilancia: la Antártida se encuentra a tan sólo 350 millas náuticas al sur (unos 650 kilómetros).

Como ejemplos de la dificultad de los barcos para cruzar el meridiano del Cabo de Hornos podemos recordar el caso de la fragata Susanna en 1905 que para navegar una distancia de poco más de 1.200 millas necesitó ¡99 días!, registrando en su bitácora 80 días de duro temporal –fuerza 10- y seis días con fuerza de huracán –fuerza 12 o superior-.
O el del bergantín Meteoro, que en su regreso a Valparaíso en 1859 se vio sorprendido por un violento temporal. El guardamarina Pomar describía así la situación:
“El huracán no parecía dar tregua. El mar era un campo inmenso de agitadas espumas. La ola se había convertido en longitudinales hondonadas, entre grandes montañas de agua, desde cuyas alturas descendía un segundo mar de embravecidas olas que bajaban al abismo y al morir estallaban en inmensos penachos con gran estruendo…” “…el buque se detuvo en su balance, estremeciéndose por un segundo, crujiendo todas sus cuadernas y armazón, y una inmensa ola lo cubrió y lo arrolló por completo perdiéndose bajo la inmensa masa de agua que inundó la nave de proa a popa…”
El Meteoro logró llegar a Valparaíso después de un viaje lleno de dificultades.


800 naves perdidas en sus aguas sepultando en el mar a unos 10.000 hombres de todos los continentes. Pero como dijo Francis Drake: “Aquel que no cruza Cabo de hornos a vela, no es marinero.”

La insignia o símbolo original de los Caphorniers contiene la cabeza de un albatros de color blanco y pico amarillo. El albatros es un pájaro marino de gran envergadura, hasta 3,50 metros, y a menudo sigue a los barcos como un leal compañero. Según la tradición, los antiguos marineros de veleros capturaban a estos inmensos pájaros para jugar con ellos como si de una cometa se tratara, liberándolos después.
Ningún marino está dispuesto a matar un albatros, ya que la superstición señala que estas hermosas y errantes aves encarnan el alma de los marinos muertos en el mar. Tal es el respeto que se les profesa que la Cofradía chilena erigió hace unos años en el Cabo una escultura en memoria de los marinos muertos en esas aguas que representa un albatros en pleno vuelo:
“Soy el albatros que te espera en el final del mundo.
Soy el alma olvidada de los marineros muertos que cruzaron el Cabo de Hornos desde todos los mares de la Tierra.
Pero ellos no murieron en las furiosas olas,
Hoy vuelan en mis alas, hacia la eternidad,
en la última grieta de los vientos antárticos.” (Sara Vial, Diciembre de 1992).


El cabo de Hornos, cuyo entorno ha sido recientemente declarado Reserva de la Biosfera, ha sido un icono de la cultura marina y utilizado tanto en cantos de marinos como en diferentes libros sobre navegación que han relatado su peligrosa travesía: El largo viaje, de Bernard Moitessier, Cabo de Hornos, una visita, de Richard Henry Dana, etc. Otros navegantes que han realizado la ruta la han descrito en sus relatos: Vito Dumas, Hal y Margaret Roth, David y Daniel Hays y tantos otros.

Charles Darwin, que recorrió aquellos lugares durante cinco años en sus investigaciones previas a la publicación de El origen de las especies relató su encuentro con el cabo en 1832: El viaje del Beagle.
Y también el Cabo de Hornos ha inspirado obras de ficción como la recopilación de cuentos Cabo de Hornos y otras historias del fin del mundo del chileno Francisco Coloane.

Finalmente, también en el cine ha quedado reflejado este paraje: Cabo de Hornos, drama mexicano de 1955 interpretado por Jorge Mistral y Silvia Pinal, o la más reciente Master and Commander, del director Peter Weir.

jueves, 15 de marzo de 2012

DINOSAURIOS EN BILBAO

Ya tiembla el suelo de la ciudad ante las pisadas de los dinosaurios que se aproximan a Bilbao. Dinosaurios del rock, o de la música popular del siglo XX… y XXI.

James Taylor (Estados Unidos, 1948) nos visitará en Mayo. Eterno cantautor de baladas acústicas desde que, en 1970, triunfara con su disco Sweet Baby James.

Más sinuosa ha sido la trayectoria de John Cale (Gales, 1942), que nos dejará su música la próxima semana. Cofundador en los años sesenta, junto a Lou Reed, del grupo neoyorquino Velvet Underground, bajo el patrocinio del artista pop Andy Warhol.
Tras su disolución, un largo camino en solitario como compositor y multi-instrumentista, buscando caminos nuevos pero siempre con el sello de una gran sensibilidad. Se atrevió incluso con la composición de la banda sonora para la película española Antártida (Manuel Huerga, 1995). Y lo hizo de una forma peculiar: retomó una canción que había compuesto años atrás, Antarctica starts here, y con pequeñas variaciones sobre este mismo tema desarrolló un maravilloso fondo sonoro, probablemente lo mejor de la película.

Ahí estaremos. ¡Larga vida al rock&roll!


martes, 6 de marzo de 2012

LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE LA “URBA”


En estas fechas del año hay varias señales indicadoras de que la temporada primavera-verano está al caer: las alergias al polen, la aparición de las primeras moscas y nuestros buzones llenos de catálogos y folletos publicitarios de los establecimientos de bricolage o de grandes superficies con los titulares: “Todo para el jardín”, “Prepárate para el verano” o algo similar. Productos dirigidos a ese mágico mundo de… La Urbanización. Distintas tipologías (unifamiliares, bifamiliares o adosados) pero todas ellas rodeadas de un mismo Dios verdadero, la parcela, esa pequeña porción de terreno con posibilidades infinitas, fiel cumplidora de Los Diez Mandamientos de la Urba:

  1. Montarás una gran barbacoa, de fábrica (nunca plegable o portátil), sólida y con una potente chimenea de tres metros de altura, no vaya a ser que no tire, para carbonizar media docena de chuletillas y 3 chorizos criollos un par de veces al año. Indispensable generar una gran humareda que se extienda por toda la urba y otras aledañas.

  1. Instalarás un adecuado sistema de riego, bien por aspersión, desaprovechando el 70 % del agua que saltará por encima de la verja encharcando la calle o el jardín del vecino, o mediante un sistema de mangueras (una en cada fachada de la vivienda) con diez metros más de la longitud necesaria para cubrir toda la finca (nunca se sabe…) El acople de una ducha exterior cromada es optativo pero muy recomendable.

  1. Utilizarás una máquina cortacésped de 5.000 W. o 100 C.V. (según versión eléctrica o de gasoil) suficiente para el mantenimiento de un estadio de fútbol de 1ª División. Y con un nivel de decibelios similar al de un Fórmula 1. Recomendación de uso: a ser posible, domingos y fiestas de guardar a las 7.30 horas de la mañana.

  1. Crearás un macizo de rocalla en el jardín coronado por una planta ornamental de gran porte. Cada pieza de rocalla tendrá un peso mínimo de 100 kg. Este dato es fundamental para poder explicar a las visitas la dificultad y laboriosidad que tuvo su transporte y montaje.

  1. El garaje dejará de ser garaje. El coche se quedará fuera dificultando el paso en el estrecho vial. Dicho garaje se convertirá en sala o local de usos múltiples: almacén, txoko, bodega, trastero, taller y fresquera.

  1. En dicho local, conocido anteriormente como garaje, colgarás en una de sus paredes un inmaculado cuadro de herramientas perfectamente alineadas que contendrá desde los destornilladores de estrella (del nº 1 al nº 6) hasta el juego completo de llaves Allen, pasando por ese coqueto aparato multiusos (broca, lijadora, sierra de calar…) que nunca has utilizado porque has perdido el manual.

  1. Instalarás un sistema de seguridad anti-intrusión con carteles indicadores visibles desde cualquier punto. En una primera fase, que puede ser definitiva, se permite la colocación de los carteles aunque el sistema no esté aún operativo. Totalmente prohibido textos del tipo “Cuidado con el perro” o “Atención, toro peligroso”.

  1. Colocarás en puntos estratégicos setas luminosas con última tecnología de energía solar, que no alumbran nada pero abultan mucho y sirven para crear distintos ambientes dentro del jardín. Dichos elementos pueden ir acompañados o no de enano de jardín, con receptáculo para macizo de flores opcional.

  1. Comerás y cenarás fuera de la vivienda por defecto. Para ello montarás una compleja estructura de cenador que, a ser posible, quepa entre la fachada y el límite de la parcela. Dicho cenador se desmontará cada vez que soplen rachas de viento superiores a 5 km./hora, para evitar daños irreparables. Por ello es recomendable la instalación complementaria de una estación meteorológica con conexión remota interior-exterior que disponga de medición de temperatura, medición de humedad, barómetro, pluviómetro, anemómetro, fases lunares, indicador de nivel de mareas, índice de radioactividad y calendario de fertilidad, en su versión básica. No olvidar la instalación en dicho cenador de un foco de luz de 500 W para atraer a los mosquitos en verano.

  1. Plantarás un seto en el límite de tu parcela para marcar el territorio (el muro de bloque más la verja metálica más el trenzado de plástico verde imitando cañizo no son suficientes) de unos 3,5 metros de altura para que lo tenga que podar tu vecino desde su finca. El tema vegetal y arbóreo se puede completar con un limonero, árbol de gran porte, que te surtirá, para tus combinados veraniegos, de un limón o ninguno por temporada.

Estos diez mandamientos se resumen en dos:

Te dedicarás de lunes a viernes a confeccionar la lista de todo lo que necesitas para la urba y trabajarás en ella sin descanso durante el fin de semana.

Amén.