miércoles, 30 de enero de 2013

LA JUVENTUD DE HOY


Hace unas semanas una adolescente me pedía (nos pedía) a los adultos opinión sobre los jóvenes de hoy en día: cómo les vemos, qué diferencias observamos con nuestra juventud vivida. Se quejaba de que solo escucha que son unos incultos, que no tienen educación, que en el futuro se preguntarán qué han hecho en estos años perdidos. El haber hecho esta reflexión ya me parece positivo y desmiente precisamente esa apatía o desinterés de que se acusa habitualmente a los jóvenes.

Estoy de acuerdo con Teresa y José Luis en que el salto generacional no es tan grande como el que tuvimos con nuestros padres. Ahí se dieron algunos cambios sociales, éticos y políticos de gran calado que, sin embargo, no han existido con la generación de nuestros hijos. Sus problemas, actitudes, miedos o intereses nos resultan, por tanto, muy cercanos. Por eso ahora resulta relativamente desfasada la típica frase “En mis tiempos…” o “Cuando yo tenía tu edad…”

Es cierto que actualmente está omnipresente el tema de Internet, la dependencia de las redes sociales, la incertidumbre de una salida laboral, el riesgo de las drogas… Me parecen argumentos que no justifican suficientemente el trasladar a nuestros hijos una visión derrotista y negativa. Son como los árboles que no nos dejan ver el bosque. Es más, yo empezaría negando la mayor: mi percepción es que los jóvenes de hoy están más preparados, más informados, leen y estudian más, tienen un gran sentido comunitario y una sensibilidad nueva para sentir la injusticia social. A partir de ahí los adultos, dentro de ese difícil equilibrio que debemos mantener entre el control y la permisividad (o la paulatina concesión de autonomía), debemos intentar contagiarles de entusiasmo e ilusión por el futuro, compartir sus logros y transmitirles energía para cambiar las cosas.

Según los datos que he consultado, actualmente en nuestro país casi el 45% de la población es menor de 25 años. Es una generación que se adapta rápido al cambio, el progreso y las novedades son asimilados rápidamente por los jóvenes. Pero también es cierto que su poder económico se ha puesto de manifiesto al haberse convertido en los principales consumidores de ciertos productos. Tal vez radique aquí la mayor diferencia con nuestra generación, al menos en el entorno social en el que nosotros nos movemos. Y tal vez sea éste el mayor escollo que deban salvar nuestros hijos, la dependencia del arquetipo, de la uniformidad generacional. Miro una fotografía mía de un curso cualquiera en el colegio, de esas de toda la clase con el profesor en las escaleras de acceso, y noto una gran heterogeneidad en el aspecto externo: ropa, peinado, posturas… En cambio ahora parecen existir unos patrones establecidos en cuanto a imagen, complementos y gadgets de los que resulta difícil desprenderse y que pueden llegar a entorpecer el desarrollo de la propia personalidad de los jóvenes.

No sé si he respondido a tus preguntas. Han sido unas pequeñas pinceladas de lo que pienso, sin ninguna pretensión de rigor sociológico, por supuesto. Resumiendo, confío plenamente en los jóvenes de hoy, en sus capacidades, su imaginación, su compromiso. No hay razones para caer en el desánimo. Solo os reclamo curiosidad por las cosas y esfuerzo. Y ser menos parcos en palabras, aunque reconozco que “en mis tiempos” casi todos nos volvíamos mudos. En plan y sin más. Y duro con los exámenes.

martes, 22 de enero de 2013

LOS “LUNNIS” DE SANI


Los Lunnis. 2005.

Todo empezó hace ya casi ocho años. Un grupo de padres de chavales que estudiaban en el colegio San Inazio de Bilbao nos atrevimos a emular a nuestros peques que empezaban a dar sus primeros pasos en esto del baloncesto. Aceptamos la invitación de Rafa, el auténtico culpable de toda esta historia, nos calzamos las botas y empezamos a sudar la camiseta… los lunes por la tarde, claro.

Del equipo fundacional aún resistimos media docena de figuras. Ha habido bajas, incorporaciones, algunas lesiones (no demasiadas), intermitencias, reapariciones anunciadas pero nunca cumplidas… En fin, un poco de todo. Pero ante todo, ganas de empezar la semana quemando calorías y pasando un buen rato. 

Los partidos se han ido complementando con una serie de actividades paralelas dedicadas, básicamente (¡cómo no!) a la comida y a la bebida. Con moderación, por supuesto. Unas cañitas tras los partidos para reponer líquidos y resolver los problemas del Athletic, y unas comidas trimestrales en el txoko en las que creo que ya hemos repasado el recetario del país. Eso sí, con algunos platos estrella que se han convertido en clásicos: las navajas, la txistorra y el pulpo. Y con alguna historia memorable, como la de aquel cochinillo que recorrió todo Bilbao desde el horno de una panadería hasta nuestra mesa.

Esta temporada 2012-2013 el equipo base está formado por: Juancar “muñeca de oro”; Jesus “máquina total”; Rafa “fácil, fácil” (nuestro capi); Juanma “mano lenta”; Josu “tiro parabólico”; Miguel “todo fibra”; Rober “la sombra” y Bernardo “correcaminos”.

Estamos receptivos a propuestas de posibles patrocinadores para hacernos, por fin, con un equipaje serio, acorde con el nivel y la entrega demostrados. Y aquí seguiremos, hasta que el cuerpo aguante.   

Los Lunnis. 2013

domingo, 13 de enero de 2013

ARQUITECTURA PARLANTE


Hacer hablar a los edificios de forma literal, es decir, mediante inscripciones y textos sobre sus paramentos, no es algo que se acabe de inventar en el campo de la arquitectura. Ya los romanos, por ejemplo, esculpían letras sobre las piedras con las que levantaban sus edificaciones y construcciones. La columna Trajana, erigida en la segunda centuria antes de Cristo, contiene el mejor ejemplo del alfabeto clásico romano. Letras maravillosas, dibujadas con un pincel sobre la misma piedra y esculpidas posteriormente. Letras que se convirtieron en el modelo formal de nuestro sistema alfabético de mayúsculas. Así pues, hasta aquí nada nuevo bajo el sol.

En estos últimos años parece haberse retomado esta práctica, cambiando el soporte utilizado en la antigüedad y pasando de la pesada piedra al ligero y transparente vidrio. La tecnología actual permite, a un coste razonable, la incorporación de cualquier tipo de grafismo a través de diversos mecanismos. Una moda más a la que un buen número de profesionales de la arquitectura se apunta. Y, como siempre ocurre con cualquier herramienta de diseño, su utilización puede llevar a buenos, regulares o malos resultados. Quitemos los regulares. Si no es bueno es malo.

He comentado alguna vez que los caminos de los proyectos son inescrutables. Yo creo que todo vale, dependiendo del resultado final. Conozco grandes proyectos que han partido de una idea tan peregrina como la reinterpretación de un cruasán. Y otros, que tras sesudas y racionales disquisiciones culminan en un auténtico fiasco constructivo. Por tanto, fuera prejuicios a la hora de plantearse las claves del proyecto a desarrollar.

En nuestra ciudad, en Bilbao, dos proyectos de reciente construcción han partido de una premisa similar. Precisamente ese concepto de arquitectura parlante a través de la incorporación de textos en sus fachadas de vidrio. Y el planteamiento inicial parece bastante razonable en ambos casos: una biblioteca y un archivo. Curiosamente a los dos edificios les separan apenas quinientos metros, así que resulta cómodo darse un paseo, observar y comparar. Un mismo criterio, una misma tecnología, un arquitecto o equipo de arquitectos detrás y… una enorme diferencia en el resultado final. Lo que indica que no es tan sencillo llegar a buen puerto aunque el barco de las ideas parezca sólido. Depende mucho del patrón que lo gobierna.

No sé cuál será la próxima moda o el próximo revival, pero seguro que nos servirá para seguir separando el polvo de la paja. “Alea jacta est”

domingo, 6 de enero de 2013

LAS DIEZ ENTRADAS MÁS LEÍDAS


Son fechas propicias para, por un lado, hacer balance o repaso del año que se acaba de ir. Y, por otro, plantear propósitos para el año que comienza. Respecto a esto último, mi propósito para este nuevo año es muy sencillo: no tener ningún propósito, que la vida fluya. Y respecto a lo primero, he decidido hacer algo nada original: un “ranking” de las entradas más leídas de este blog en su año largo de existencia. Simplemente por curiosidad personal, sin intención de realizar ningún tipo de análisis sesudo ni de obtener conclusión alguna. Ya que nuestro Gran Hermano Google, que todo lo ve, nos ofrece estas estadísticas he echado un vistazo y reconozco, eso sí, que me he llevado alguna sorpresa.

Estas son las diez entradas más leídas:

1.    “La insoportable levedad de la arquitectura actual.”

2.    “Carta a Ricardo Aroca”.

3.    “Los diez mandamientos de la urba.”

4.    “Que no te la den con queso.”

5.    “Amor no correspondido.”

6.    “Cabo de Hornos.”

7.    “Películas románticas.”

8.    “Una regata de locos.”

9.    “Cine y arquitectura (1): patios de vecindad.”

10.  “Travesía atlántica (2).”