Ya me he referido en este blog a la primera
regata vuelta al mundo para navegantes solitarios que tuvo lugar a finales de
la década de los sesenta, la que fue denominada como “una regata de locos” y
que sentó las bases de la regata Vendée
Globe que acaba de finalizar. Un inciso: el navegante catalán Jaume Samsó,
que participaba en esta regata, tuvo que ser rescatado hace unos días por un
helicóptero, tras volcar su embarcación en el Atlántico, en las proximidades de
las islas Azores.
En aquella regata de 1968 destacaron dos
nombres, grandes para siempre en el mundo de la navegación: Robin Knox-Johnston,
inglés de 28 años, el ganador “oficial”, con quien me encontré casi cuarenta
años después en la bahía de Ushuaia cuando participaba en la regata Velux 5 Oceans de 2007; Bernard
Moitessier, francés de 45 años, escritor y dibujante, el ganador “moral” (algún
día contaré su historia).
Entre el resto de los nueve participantes,
Donald Crowhurst, ingeniero electrónico inglés de 36 años. Su nombre no figura
en los anales de la navegación. Y, sin embargo, el personaje me atrapó cuando
cayó en mis manos por primera vez el relato de esta competición. Así que decidí
investigar y profundizar un poco en su historia hasta tener una visión completa
de su “aventura”, que voy a describir de forma breve.
Donald Crowhurst era un feliz padre de
familia con mujer y cuatro hijos pequeños y vivía en una casa de campo en un
pequeño pueblo. Aunque reconocido como brillante profesional su empresa había
empezado a declinar. Era un mero aficionado a la navegación y sin embargo
decidió tomar parte en la regata organizada por el Sunday Times, con la idea de obtener el trofeo de ganador y poder
relanzar así (había 5.000 libras de premio) su empresa de equipos electrónicos.
Confiaba ciegamente en ello e incluso había hecho un concienzudo estudio
matemático sobre las características de cada barco que le otorgaba una notable
ventaja sobre el resto de participantes. Pero el error más grave fue no tener
en cuenta que la última carta siempre la juega el mar, ese gran nivelador que
siempre se mofa de los mejores planes. Tras algunos contratiempos de última
hora, tomó la salida el 31 de Octubre a bordo del trimarán (velero con tres
cascos) Teignmouth.
(Continuará…)
2 comentarios:
Nos dejas con la miel en los labios.
Por cierto, tenías razón con respecto a la regata Vendée Globe: ninguna referencia en los informativos salvo una pequeña sobre el incidente de Samsó.
Luis
Tranquilo. Solo un poco de suspense en honor al maestro Hitchcock.
Lo de la regata, no hacía falta ser muy avispado para imaginarlo.
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