miércoles, 19 de septiembre de 2012

TRAVESÍA ATLÁNTICA 2012 (4)


Coordenadas: 38º31’56.86’’N / 28º37’36.00’’W

Café Sport. El bar de Peter

Estamos en Horta, la capital de Faial, una de las nueve islas que componen el archipiélago de las Azores. Hemos entrado a puerto con viento muy fuerte de N.E., lo que nos ha complicado algo la maniobra de amarre.

Escribo esta crónica desde el Café Sport, más conocido como el bar de Peter, local emblemático entre los navegantes del Atlántico norte. Punto de encuentro donde intercambiar experiencias, contar batallitas, planificar travesías o rencontrarse con viejos conocidos. Y precisamente en la mesa de al lado está el capitán de la preciosa goleta Europa (buque escuela) con quien me encontré en Ushuaia hace ya más de cinco años. Un veterano marino que sigue en activo.

El bar está decorado con recuerdos que van dejando los que pasan por aquí: banderas, banderines, mapas, pegatinas… Veo un recuerdo del Pakea Bizkaia, el barco del portugalujo Unai Basurko, y del Vagabundo, otro barco español. También me dicen que aquí preparan el mejor gin-tónico del Atlántico. No puedo dar fe porque no soy experto en el tema. Ahora mismo prefiero una buena jarra de cerveza. Por cierto, el arquitecto portugués Álvaro Siza, que recientemente nos ha dejado una obra suya en Bilbao, también ha tenido tiempo para diseñar una copa para el vino de Oporto que veo aquí.

Enfrente del bar se divisa la impresionante silueta del Monte Pico (el punto más alto de Portugal), en la vecina isla del  mismo nombre. Precisamente ahí vive uno de los grandes navegantes portugueses actuales, Genuino Madruga, que hace poco dio su segunda vuelta al mundo en solitario a bordo de su pequeño velero, el Hemingway. Vamos, que aquí huele a mar y a navegantes por los cuatro costados.

Monte Pico

La marina (puerto de yates) de Horta tiene una peculiaridad: cada velero que recala en ella deja su huella pintando un pequeño panel o mural en las paredes de los diques o en el mismo suelo. Se ha convertido ya en una tradición y la leyenda indica que quién no lo hace puede tener problemas en su singladura. Así que por si acaso… algo haremos.

La Marina de Horta con sus “pintadas”

A pesar de que hay una gran variedad de pescado creo que hoy nos inclinaremos por un buen bife de vaca. Ya hemos tenido bastante pescado estos días. Y mañana aprovecharemos para dar una vuelta por la isla antes de continuar la travesía. Creo que me iré en la bici de nuestros vecinos en el puerto, los australianos del Excusme (en los nombres de los barcos hay para todo).

Veo una fotografía en la pared y me cuentan que en 1986 pasó por Faial la mayor tormenta que se recuerda. Con vientos de hasta 250 km/h, en dos horas se generaron olas que al chocar contra los acantilados se elevaban hasta los 60 metros. Un fotógrafo local (precisamente de la familia Azevedo, dueños de este bar) disparó su cámara sin parar intentando recoger esa fuerza de la naturaleza. Y cuando tiempo después reveló las fotos se dio cuenta de que había captado ¡la ira de Neptuno!

La cabeza de Neptuno



2 comentarios:

Amaia Ballesteros dijo...

¡Qué interesante, intercambiando experiencias con curtidos marineros! Seguro que ves a Sparrow por ahí.
¡Sigue disfrutando!

Bernardo I. García de la Torre dijo...

Creo que a Sparrow le iba más el clima del Caribe. Pero... quién sabe.