lunes, 2 de octubre de 2017

SILVIA Y JUANA (2)


(…Continúa)

Si Juana Molina fue para mí un descubrimiento absoluto lo de Silvia fue más bien un redescubrimiento, un reencuentro. Porque de Silvia Pérez Cruz sólo tenía una vaga referencia, su participación en la banda sonora de la película “Blancanieves” (Pablo Berger, 2012), y de ahí que la situara en el mundo de la música andaluza y del flamenco. Este verano escuché su versión de “Abril 74”, canción compuesta por Lluís Llach en homenaje a la revolución portuguesa del 25 de Abril. Al escuchar su voz en catalán me surgieron dudas sobre su origen y, de pronto, se abrió el extraordinario abanico musical que Silvia ha ido recorriendo en su, aún, breve trayectoria.


Música andaluza, boleros, habaneras, música francesa, jazz… Al lado de grandes músicos como Toti Soler, Javier Colina, Jorge Drexler… Versiones de temas clásicos que en su voz adquieren una dimensión nueva, canciones que vuelven a nacer pasando a convertirse en temas propios. Su versión de “Pequeño vals vienés”, que compuso Leonard Cohen sobre un poema de Federico García Lorca, es exuberante, con el mágico acompañamiento a la guitarra de Raúl Fernández. Y más sorprendente aún su versión de “Gallo rojo, gallo negro”, himno popular compuesto por Chicho Sánchez Ferlosio.

Podría pensarse por tanto que Silvia es sólo una gran intérprete que se apoya en composiciones ajenas para desarrollar toda su energía musical, lo cual no es poco. Pero no es así. También ha desarrollado trabajos de creación propia como su participación en el grupo Las Migas o el disco “11 de Novembre”, su primera grabación en solitario. En este documental ella misma explica esa condición “universal” de su música.


Gracias Silvia, gracias Juana. Por acompañarme a lo largo de este verano raro, raro, raro.

2 comentarios:

Talo dijo...

IMPRESIONANTE SÍLVIA PÉREZ !!!!!!!!!! Gracias Bernardo por acercarme este descrubimiento.

Bernardo I. García de la Torre dijo...

Me alegro. También para mí lo fue. Un saludo.