Hace unos días, regresando a casa en el
coche, empezó a sonar en la radio una canción que captó mi atención desde los
primeros compases. Era una canción nueva pero, sin embargo, había en ella algo
reconocible. Al avanzar el tema pude comprobar que se trataba de una versión de
“Walk on the wild side”, de Lou Reed.
Una antigua canción pero, a la vez, una canción nueva.
Durante algún tiempo llegué a considerar las
versiones de canciones como un subproducto musical de intérpretes sin
creatividad, que se aprovechaban del talento de otros para sacar tajada. Poco a
poco fui cambiando de opinión. Y distinguiendo entre lo que considero una
interpretación y lo que considero una versión. En la primera se trata de
ajustarse en lo posible al tema original sin aportación alguna. En la segunda,
la que a mí me interesa, descubres una canción nueva en la que sin embargo se
mantiene, de alguna forma, la esencia de la canción original. Y el listado de
versiones que me llevó a cambiar de opinión es enorme y sería imposible
recogerlo aquí.
Ahora mismo me viene a la cabeza, por
ejemplo, la versión que hizo Enrique
Morente del “Aleluya” de Leonard
Cohen llevado, claro está, a su terreno, el flamenco. Te pone los pelos de
punta. Miles Davis tampoco le hizo
ascos a tomar composiciones de otros y destriparlas a ritmo de jazz
convirtiendo, por ejemplo, la voz de Cindy
Lauper en el sonido particular de su trompeta en la sobrecogedora “Time
after time”. Pero años atrás se había atrevido con Walt Disney, dando unas cuantas vueltas de tuerca a “Someday my
prince will come”, el tema central de la película de animación “Blancanieves y
los siete enanitos”. ¡Casi nada!, magia pura. Y un caso extremo es el de Bob Dylan, del que podríamos decir que
se versionea a sí mismo, y cada vez
que interpreta una de sus canciones la va transformando hasta hacerla casi
irreconocible.
Contaba Paul McCartney que un día, al
levantarse de la cama, sonaba insistentemente en su cabeza una melodía. No le
resultaba conocida pero dudaba de que fuera una composición propia que hubiese
surgido mientras dormía. Pensaba que tal vez la había escuchado en algún
momento y se le había quedado grabada como una versión. Para asegurarse, durante unas semanas la fue cantando a
todas las personas con las que coincidía. Nadie la reconoció. Finalmente fue al
estudio y grabó la melodía: “Yesterday”,
uno de los grandes éxitos de The Beatles
y una de las canciones que más versiones ha tenido en toda la historia de la
música.
En definitiva, la creatividad puede estar
apoyada en trabajos ajenos y llegar incluso, en algún caso, a superar el
original. Y eso sí es meritorio. Así que, volviendo al comienzo, dos perlas
sonoras sobre el “Walk on the wild side”: La irreverente (y sin embargo
espiritualmente fiel) versión de Albert
Plá y el ritmo de swing de Pink
Turtle. Dos variaciones sobre un mismo tema.
5 comentarios:
Durante mucho tiempo asocié a Eric Burdon con "La casa del sol naciente". Años más tarde supe que era una versión de una canción popular.
Estoy muy de acuerdo con tus apreciaciones. Sorprendentes esas dos versiones que no conocía.
Saludos, Luis.
Hace unos años había un programa en Radio 3 que dedicaba una sección a versiones de canciones. Era muy interesante escuchar tres o cuatro versiones seguidas de la misma canción. No recuerdo el nombre del programa, creo que ya no está.
No sé si te refieres a "Bulevar", el programa que hacía José María Rey, si no me equivoco. Ahora hay un programa por las tardes, también en Radio 3, que se llama "El Saltamontes" y que tiene una sección dedicada a versiones.
Un auténtico chupóptero (en el buen sentido) de las creaciones ajenas ha sido Carlos Santana. En su cílebre disco "Abraxas" la mayoría de las canciones eran versiones, de Peter Green, de Tito Puente... Pero su aportación fue tan importante que en la historia de la música de estos temas han quedado sus versiones, por encima de las originales."Black magic woman" es un ejemplo extraordinario.
Buen apunte. De hecho Carlos Santana no ha destacado en su carrera musical por composiciones propias.
Ahora mismo suena en la radio "Wish you where here" de Pink Floyd en versión reggae. ¿Y por qué no?
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