domingo, 5 de febrero de 2012

MUSEO DE CAMPANAS


Alguien dijo que no hay proyecto pequeño, no sé si refiriéndose a los proyectos de arquitectura, pero hago mía la afirmación. Hace unos años tuvimos la oportunidad de desarrollar un “pequeño proyecto”, por volumen de obra y presupuesto. Se trataba de rehabilitar una antigua escuela de barrio y acomodar en su interior una exposición-museo de campanas, en base a la tradición de artesanos cántabros en la construcción de estos objetos, y en la existencia de un importante número de instrumentos sonoros en la región. Estamos hablando del municipio de Meruelo enclavado en la comarca de las Siete Villas y de la escuela del barrio de San Mamés. Para abordar el trabajo, inédito para nosotros (no todos los días se construye un museo de campanas), contamos con dos colaboradores de excepción. Por un lado el historiador Luis de Escallada, miembro del Centro de Estudios Montañeses, que aportaba su profundo conocimiento histórico de la Merindad de Trasmiera. Y por otro lado Abel Portilla, maestro campanero de tradición familiar, poseedor de una interesante colección de campanas y conocedor del proceso de fundición. Visitas a su taller, reuniones en las que debatíamos ideas y exponíamos interrogantes: ¿Cómo disponer el mayor número de campanas sin que el resultado resultara agobiante? ¿Cómo mostrar de modo didáctico el proceso que el maestro campanero lleva a cabo en su obrador? Los cambios de impresiones y las visitas a otros museos de campanas fueron decantando el proyecto museográfico y su disposición en el interior de la antigua escuela.


Inaugurado el 16 de Agosto de 2002, el comentario dejado por una de las visitas resume mejor de lo que podamos hacerlo nosotros mismos el carácter y ambiente del espacio expositivo:
Al entrar, la primera sensación es de pulcritud. Ese cálido color amarillo que luego pasa a ser ocre y al final casi verde con las campanas, ese ambiente perfectamente sereno en los objetos ordenados sin agobios, los justos, para una comprensión perfecta, sin perderse en explicaciones. Ese silencio en la luz tenue hace que evoques el canto final de las campanas que todos recordamos.


En definitiva, un pequeño proyecto que se hizo grande para nosotros por lo que nos aportó, por lo que aprendimos, por la satisfacción de haber contribuido a generar un espacio lleno de sensaciones para ser visitado y disfrutado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Este museo está abierto al público todo el año?

Bernardo I. García de la Torre dijo...

Lo mejor es que lo consultes directamente en el Ayuntamiento de Meruelo: http://www.meruelo.es/ o en el teléfono 942.637.003. A finales de Agosto se celebra también un "Encuentro de tocadores de campanas".
¡Que lo disfrutes!

Amaia Ballesteros dijo...

Lo visité hace años. Recuerdo algunas campanas antiguas y verdosas firmadas por un maestro campanero apellidado Ballesteros...