Valladolid-Pucela, 1981. Un grupo de jóvenes
universitarios aprovechábamos los ratos libres para devorar revistas de cómics
y admirar las extraordinarias historias gráficas de Moebius, Milo Manara, Richard Corben, Carlos Giménez, Hugo Pratt…
También para dar algún que otro paseo por la
ciudad. Y desde el primer día nos llamó la atención la estatua del Sagrado
Corazón que remata (supongo que aún sigue allí si no ha habido ningún alma
caritativa que la haya echado abajo) la única torre de la Catedral, edificación
inacabada y bastante desafortunada por cierto. El descomunal Cristo de hormigón
que la presidía era conocido popularmente como “el suicida”.
De la unión entre nuestra afición al cómic y
nuestra “devoción” al Cristo surgió la idea de realizar una historia gráfica
que se tituló, evidentemente, “El
suicida”.
Un par de años después coincidimos con otro
grupo de jóvenes entusiastas y emprendedores (como diríamos ahora) que estaban pergeñando
la publicación de una nueva revista de cómics. Les presentamos nuestra
historia, les gustó, y se publicó en el nº 1 de la revista “Zanco Panco”, junto
a una entrevista al gran Carlos Gimenéz.
Todo un honor para nosotros. En la introducción de aquel número nuestra
historia se presentaba así:
“Esta
es la primera y única historieta que el señor Bilbao ha realizado hasta el
momento y la verdad es que no piensa continuar, ya se sabe, estudios…, pero
claro, todo dependerá de nuestra habilidad persuasora.”
Su habilidad persuasora no debió ser muy
grande porque nuestra trayectoria en el mundo de la historia gráfica empezó y
acabó con esa doble página.
Portada
del nº 1 de la revista Zanco Panco
Unos cuantos años más tarde he decidido
rescatar aquella historia del papel impreso y pasarla a un nuevo formato, como
mero ejercicio y sin más intención que compartir el recuerdo de aquellos años que
tanta huella dejaron en nuestras vidas. No tenemos intención de hacer la
secuela ni la precuela (que ahora mola más) de esta historia, al menos de
momento.
En el vídeo se respetan los dibujos hechos en
1981 sin ningún retoque, así como la proporción del formato entre las viñetas.
Probablemente la banda sonora incorporada lo estropea todo pero… “nadie es perfecto”.
2 comentarios:
Pues deberiais hacer más. Está muy bueno!
Daniela
Bienvenida al blog, Daniela, y gracias. Hablaré con el "coautor" a ver qué piensa sobre tu sugerencia.
Lo cierto es que el mundo del cómic creo que goza de buena salud en estos momentos, eso es lo importante.
Publicar un comentario