martes, 30 de diciembre de 2014

LEYENDA O REALIDAD

Según el diccionario de la R.A.E. leyenda es la “relación de sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que de históricos o verdaderos”. Podríamos decir también que una leyenda es una narración de apariencia histórica con una gran proporción de elementos imaginativos, un relato que pretende explicar un fenómeno natural a través de una historia fantástica.

Si visitamos un palacio que nunca se pudo terminar de construir nos contarán que se debió a la maldición que el diablo, en forma de viejo jorobado, lanzó sobre la familia que lo iba a habitar. Si nos asombramos ante la belleza de una laguna de intenso color verde alguien nos dirá que se debe a que en el fondo de sus aguas está enterrado el cuerpo de una princesa cuyos ojos eran de ese color. Nos gusta más escuchar estas historias que conocer los problemas económicos que impidieron la culminación de las obras del gran palacio. O aprender el impronunciable nombre de las algas responsables del tono verdoso de las aguas. ¡Dónde va a parar!
Un apartado apasionante dentro de este género fantástico lo constituye la creación de personajes de leyenda, elevados a seres mitológicos en muchos casos: Odín, Thor, en la mitología escandinava. Y qué decir de la mitología griega, en la que resulta casi imposible separar la historia real de la mitológica: Prometeo, Edipo, Ulises, los dioses del Olimpo… Pero hay un personaje, muy presente además en estas fechas, cuya fantástica historia y su “puesta en escena” (aspecto físico, vestimenta, medio de transporte…) se ha ido configurando, no ya a través de los años sino a través de los siglos. Hablo de San NicolásSanta ClausPapá Noel, con un largo periplo desde las tierras del norte de Europa en el siglo cuarto hasta su último “retoque” por parte de los publicistas de Coca Cola en 1931, que terminaron de darle ese aspecto más humano de tierno abuelito. A partir de entonces el marketing consumista aplicado a los personajes de leyenda ha sido una constante (cómics, películas, videojuegos…)


Y hablando de “puesta en escena”, estos días he vuelto a ver una de las últimas películas de John Ford, “El hombre que mató a Liberty Valance” (1962). Y he descubierto en ella nuevos matices, nuevos temas, que la mantienen totalmente vigente. He vuelto a disfrutar. Tanto es así que, tras varios años en los que mi película favorita de este director ha sido “Centauros del desierto”, a partir de ahora, y no sé durante cuánto tiempo, va a ocupar ese puesto este western (crepuscular, dirían algunos) que realizó ya al final de su carrera. Frente a los paisajes abiertos de “Centauros del desierto”, aquí la historia se desarrolla en decorados e interiores (la cocina, el bar, el salón…) en un argumento en el que destaca, precisamente, esa disyuntiva entre leyenda y realidad. Cuando Ransom Stoddard (James Stewart), relata al periodista la verdadera historia por la que ha acudido junto a su mujer Hallie (Vera Miles) al funeral de su viejo amigo Tom Doniphon (John Wayne), se produce este diálogo:


 R. S.: ¿Usted qué prefiere, la verdad o la leyenda?
Periodista: En el Oeste, cuando la leyenda supera a la verdad publicamos la leyenda.

martes, 23 de diciembre de 2014

BILBAOPEDIA

Pantalla del Menú de Inicio

Desde el pasado 16 de Diciembre de 2014 está disponible a través de Internet la Bilbaopedia, Enciclopedia Virtual promovida por el Ayuntamiento de Bilbao y desarrollada bajo la dirección y coordinación del Departamento de Historia Contemporánea de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). La Bilbaopedia, que cuenta ya con más de 1.100 artículos sobre la ciudad, nace con la voluntad de ser una herramienta de consulta viva para todos aquellos que estén interesados en obtener información contrastada y elaborada sobre los distintos aspectos de la ciudad.

Se trata de una enciclopedia sobre el Bilbao metropolitano que busca fomentar los estudios sobre la capital vizcaína y transmitir ese conocimiento por medio de una plataforma digital "intuitiva, fácil de usar y muy sencilla".

Los profesores universitarios han indicado que la plataforma, en la que llevan trabajando desde el pasado año, está gestionada y controlada por el equipo investigador que la ha creado, por lo que "no es una Wikipedia abierta" en la que cualquier usuario pueda entrar para publicar o modificar contenidos.

Las entradas, todas ellas firmadas por sus autores y que se estructuran según un índice temático, son "resúmenes" de entre 2.000 y 4.000 caracteres, al estimar que "en internet no se lee más". La idea "no es crear un fondo documental muy pesado", sino estimular el conocimiento, por lo que si alguien desea saber más de algún tema dispone de enlaces que le llevarán a textos más amplios.

Los arquitectos García de la Torre participamos, junto a más de treinta autores, en la elaboración inicial de esta Enciclopedia, desarrollando los apartados de la arquitectura y el urbanismo de la villa, apoyándonos en la labor iniciada años atrás en la investigación y divulgación del patrimonio arquitectónico y cultural. También somos responsables del diseño gráfico de su logotipo.


Logotipo base

La Bilbaopedia en:

domingo, 14 de diciembre de 2014

EL CORTOMETRAJE, ¿UN GÉNERO MENOR?

Cuando fue nominado para el Premio de la Academia por su actuación en “A propósito de Schmidt”, Jack Nicholson confesó una ilusión secreta: deseaba materializar una idea que tenía para un cortometraje. Pero ¿qué impedía a Nicholson hacer su propio corto? Ciertamente no era el dinero, principal escollo para la mayoría de los que se inician en el cine. No, Nicholson no había querido rodar un corto, a pesar del tiempo y la experiencia acumulada en el mundo del cine, porque sentía demasiado respeto por ese formato. Pensaba que realizar un buen corto debía ser motivo de orgullo y no estaba seguro de ser capaz de conseguirlo.

El cortometraje se ha entendido de forma mayoritaria como un medio de aprendizaje, un camino de inicio para posteriormente dar el salto al largometraje, un género menor en definitiva. Es cierto que un buen número de grandes directores han arrancado su trayectoria en este formato. Y sin embargo creo que el cortometraje es en sí mismo una disciplina autónoma, aunque utilice los mismos medios que una película o largometraje comercial. Pasa algo parecido como con el relato o micro-relato http://www.echonovemberecho.blogspot.com.es/search?q=el+dinosaurio en relación a la novela en el campo de la literatura. Aunque se utiliza el mismo lenguaje el cortometraje tiene sus propios códigos que provienen, fundamentalmente y como es lógico, de la limitación en su extensión. Un cortometraje puede girar sobre una sola idea, sin la estructura de giros y de tramas múltiples, sub-tramas o personajes secundarios que pueblan el largometraje. Es algo muy directo, casi meteórico… pero muy complejo a la vez. Todo tiene que estar perfectamente engranado.

Para celebrar el centenario de la primera película de los hermanos Lumière rodada en 1895 (un corto documental de cincuenta y dos segundos), cuarenta directores de cine famosos (Wim Wenders, David Lynch, Spike Lee, Peter Greenaway…) dirigieron cada uno cincuenta y dos segundos de película con la cámara manual original, de manivela, de los hermanos Lumière. El resultado fue que muy pocos salieron airosos del desafío y casi ninguna de las filmaciones de estos maestros modernos resultó tan impactante como la rodada un siglo atrás. Lo que demuestra que dirigir un corto, un buen corto, es mucho más difícil de lo que uno se imagina.

Antes no era fácil seguir el mundo del cortometraje, las proyecciones en salas comerciales eran escasas o nulas y solo de vez en cuando se editaban antologías de algunos cortos premiados en festivales. Actualmente el mundo de Internet y la edición digital han facilitado la producción, la difusión y el acercamiento a estos trabajos, así que todos somos potenciales directores de cortometrajes. Siempre he pensado que no hay nada que impida a nadie dirigir un corto. Y que la diversidad que esto genera es una de las causas de que en este formato se hallen las ideas más estimulantes y los trabajos más innovadores.

Pero no debemos incurrir en el error de pensar que las películas o historias cortas son una opción fácil, pues necesitan una construcción mucho más cuidadosa y una capacidad de síntesis mayor que las largas. Así lo refleja la cita del físico y matemático francés Blaise Pascal quien, en la posdata de una de sus largas cartas anotó: “Le ruego disculpe que la carta sea tan larga, no disponía de tiempo para hacerla más corta.”

Como norma general (aunque hay distintos conceptos sobre esto) se entiende que un cortometraje es aquella filmación que está por debajo de los 30 minutos de duración. Para mí, con 10 minutos es más que suficiente para contar una buena historia. Y como muestra de ello os dejo con uno de mis (muchos) cortos favoritos de estos últimos años, “18 segundos”, contados en menos de 7 minutos, unos de los cortometrajes más premiados en 2007.


Y con un “clásico” rodado con el cambio de siglo, “405”.


sábado, 6 de diciembre de 2014

MONTE PICO, EL IMÁN DE LAS AZORES

Podría empezar diciendo aquello de “en las islas Azores están los cielos más extraordinarios del mundo”, pero no voy a caer en esa torpeza porque no he visto ni veré tantos como para poder afirmarlo. Y quiero seguir encontrando cielos extraordinarios. Lo que sí puedo afirmar es que en ese archipiélago atlántico disfruté de un repertorio amplio y variado de cúmulos, cirros, nimbos, estratos y otras formaciones nubosas cada cual más caprichosa.

El monte o volcán Pico da nombre a una de las islas occidentales de las Azores. Con sus 2.351 metros es el punto más alto del territorio portugués. Se trata de un volcán joven, con “tan solo” 750.000 años de antigüedad. Y su presencia, sobre todo desde las islas próximas como Faial, nunca pasa inadvertida, incluso cuando se oculta totalmente tras un manto de nubes se percibe su fuerza. Actúa con ellas como un imán, las atrapa, las desliza lentamente a través de sus laderas emergiendo sobre ellas, las empuja hacia su base, las “centrifuga” o las expulsa cuando quiere mostrar con arrogancia todo su perfil. Perfil que en su lado sur cobija el cultivo de unos viñedos que producen recios vinos, sobre todo blancos, en unas tierras arañadas con esfuerzo en la lava volcánica.

Los lugareños dicen que en las Azores se pueden dar en un mismo día las cuatro estaciones del año, e incluso varias veces. Y es cierto. En pocos minutos el panorama puede cambiar de forma trepidante y pasar de un fuerte aguacero con negros nubarrones y viento intenso a una plácida calma con un cielo luminoso. Eso, sí, las nubes, de una forma o de otra, siempre están ahí. Y están aquí, en la colección de dieciocho fotografías que componen el siguiente vídeo. Fotografías tomadas en un intervalo de apenas doce horas.


 “Azores en medio del océano, lejos de todo. De Europa y de América. Tal vez sea la lejanía el embrujo de las Azores”. Antonio Tabucchi.