(Artículo publicado en el diario El Correo)
El viernes 26 de Septiembre el arquitecto británico Norman Foster volverá a Bilbao para recoger el Premio BIA (Bilbao Bizkaia Architecture), en reconocimiento a su contribución a la regeneración urbana de Bilbao y su entorno, por su participación en el proyecto del ferrocarril metropolitano. Este galardón se enmarca dentro de las actividades que la plataforma BIA, surgida en el seno de la Delegación en Bizkaia del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro, ha programado para este mes bajo el título “BIA Urban Regeneration Forum”, un escenario para el debate sobre la regeneración urbana de la ciudad.
El viernes 26 de Septiembre el arquitecto británico Norman Foster volverá a Bilbao para recoger el Premio BIA (Bilbao Bizkaia Architecture), en reconocimiento a su contribución a la regeneración urbana de Bilbao y su entorno, por su participación en el proyecto del ferrocarril metropolitano. Este galardón se enmarca dentro de las actividades que la plataforma BIA, surgida en el seno de la Delegación en Bizkaia del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro, ha programado para este mes bajo el título “BIA Urban Regeneration Forum”, un escenario para el debate sobre la regeneración urbana de la ciudad.
Norman
Foster
GÉNESIS DEL METRO DE
BILBAO
En
1974 vio la luz el primer estudio en profundidad sobre el problema del
transporte en el Gran Bilbao: “Estudio Coordinado de Transportes Urbanos
Colectivos para Bilbao y zona de influencia”, realizado por las instituciones vizcaínas.
De este estudio surgió la redacción, por parte del Ministerio de Obras
Públicas, del Plan de Construcción de la red de un Ferrocarril Metropolitano,
aprobado en 1977.
Con
el traspaso de competencias al Gobierno Vasco en 1981 se concluyó el “Estudio
Complementario de la red de Metro de Bilbao”, que no consiguió una aceptación
total.
A
lo largo de 1983 se abordó un nuevo
“Estudio sobre el transporte público en el Bajo Nervión” que proponía una
solución combinada de metro y ferrocarril, y que puede considerarse el germen
del proyecto realizado. A continuación se revisó el anterior Plan de
Construcción redactándose un nuevo documento que se aprobó en 1987. Este nuevo
Plan se inclinó por un trazado más superficial intentando acercar el sistema al
ciudadano y potenciando la accesibilidad a las estaciones.
CONCURSO DE PROYECTOS
En
1988, buscando la colaboración entre ingeniería y arquitectura, la
Administración vasca convocó un concurso restringido entre arquitectos
invitando a equipos de diferentes culturas y sensibilidades: Norman Foster and Partners (anglosajón);
Architektengruppe U-Bahn
(centroeuropeo); Gregotti Associati
(italiano); Santiago Calatrava
(valenciano); Francisco Javier Sáenz de
Oiza (navarro); José Erbina (alavés); Fernando
Olabarría y José Luis Íñiguez de Onzoño (vizcaínos); Rufino Basáñez (vizcaíno). También fue invitado el arquitecto
guipuzcoano Luis Peña Ganchegui que
declinó participar y pasó a formar parte del jurado.
LA PROPUESTA DE NORMAN
FOSTER
Norman Foster empezaba a convertirse en figura destacable
del panorama arquitectónico internacional con el proyecto del Centro de Arte de
Nîmes (1984) y, sobre todo, con la realización de la sede del Hong-Kong &
Shangai Bank (1986), considerado el edificio tecnológicamente más avanzado del
momento. A través de su firma Foster Associates, el equipo compuesto
por Norman Foster & Wendy Foster,
así como los colaboradores Claude Engle
(iluminación) y Otl Aicher (diseño gráfico
y señalización), presentó al concurso un proyecto que se sintetizaba en una
memoria de dos páginas manuscrita por el propio Foster, que es un modelo de razón lógica y pragmatismo técnico.
Memoria
manuscrita
Al
contrario que otras propuestas, Foster
no creyó que los problemas formales de la arquitectura debieran resolverse
fuera del campo exclusivo de la racionalidad tecnológica, haciendo de esta
racionalidad un código ético y estético. Aseguraba que “la calidad es una
condición mental”, que “nada será añadido para ocultar las estructuras” o que “intenta
alcanzar la simplicidad... una lucha mucho más difícil que aceptar la
complejidad, pero mucho más poética y valiosa.”
Su
propuesta recogía dos aspectos: la interior o subterránea, en la que utiliza la
técnica como reflexión y a la vez como medio productivo y de imagen; la
exterior, donde intenta que la intervención sobre la ciudad tenga el menor
impacto posible, a través de un “estuche” diáfano, “recinto elegante y
llamativo”. La idea del “fosterito”, aún no diseñado como hoy lo conocemos, ya
estaba latente.
FALLO DEL JURADO
La
decisión del jurado fue unánime en favor de la claridad expositiva de Norman Foster. Compuesto por José Luis Burgos, arquitecto y vice-consejero
de Transportes; Javier Ruiz,
ingeniero de caminos y jefe de Planificación y Proyectos del Consorcio de Transportes
de Bizkaia; Agustín Presmanes,
ingeniero de caminos y director de Infraestructura del Transporte; los
arquitectos Francisco Hurtado de Saracho,
Oriol Bohigas y Luis Peña Ganchegui; el escultor Néstor Basterretxea; el pintor Agustín
Ibarrola y la economista Lourdes
Llorens, del Centro de Estudios del Transporte.
El
acta acordaba “seleccionar al equipo de Norman
Foster por haber sido el que ha resuelto con mayor claridad el diseño
arquitectónico y la imagen de conjunto del ferrocarril metropolitano, siendo a
su vez la solución propuesta la que expresa mejor la idea de sistema de
transporte integrado que supone el mismo.” Así se confiaba al equipo de Foster la definición de la imagen
general, los criterios básicos de diseño y los proyectos de arquitectura de las
estaciones subterráneas.
(continuará…)
2 comentarios:
IA, Foster y el metro de Bilbao
El 5 de agosto Deia publica: ”Los arquitectos de Bilbao premian a Norman Foster por su visión futurista. El experto inglés será galardonado por apostar por la transformación de la capital vizcaína. Norman Foster regresará a Bilbao para recoger el primer galardón Bilbao Bizkaia Architecture (BIA) por su contribución a la regeneración urbana de la villa. La capital vizcaina también sabe lo que es el efecto Foster, ya que fue el arquitecto británico quien ideó (sic) el proyecto de Metro Bilbao y el original diseño de sus estaciones.”
Mary Bowman arquitecta entonces del amplio equipo de Foster Associates, para el proyecto del Metro, ya hace años declaró: “El metro de Bilbao es un ejemplo evidente de la manera en que arquitectos e ingenieros combinan sus habilidades para llevar a cabo la creación de un sistema de transporte público” y poco más adelante afirma, “En 1988, cuando Foster and Partners tomó parte en el proyecto por primera vez, el trazado de la línea, la posición de las estaciones y la configuración de las cavernas y los túneles ya habían sido determinados, tras varios años de estudio, por el Gobierno Vasco.” Y continúa, ”En nuestra idea propusimos expresar la forma creada por la ingeniería, en vez de cubrirla con revestimientos. Creemos que por este concepto de utilizar la ingeniería como generadora principal de la forma de las cavernas y de los cañones de acceso, se le adjudicó el concurso a Foster & Partners.” Más evidente no puede estar dicho por parte de la autoría, exclusivamente, de la arquitectura e imagen del Metro.
Un metro bajo la ría
La concepción del trazado, geotecnia, diseño y desarrollo de la obra, especialmente las numerosas y novedosas soluciones a variados problemas de la perforación bajo tierra con pozos, túneles, falsos túneles, y túneles sumergidos en los singulares pasos subfluviales del Arenal-Ripa, y Olabeaga-Deusto, inédito proceso, y Erandio-Barakaldo, sus profundidades y consecuentemente pendientes, son hazañas de la ingeniería. La excavación en caverna previendo una entreplanta distribuidora en la estaciones, sus recorridos subterráneos, la resolución de los accesos e implantación de distintos tipos, escaleras fijas, automáticas y ascensores en el complejo contexto urbano, son decisiones muy estudiadas y acertadas de los técnicos de las ingenierías y de Imebisa (Ingeniería Metro Bilbao ) que los proyectaron, realizaron y controlaron.
. Foster Associates interpreta y reviste lo que la ingeniería le proporciona, enfatiza la forma.
El error del grupo de arquitectos que organiza el congreso, que no es representativo de todo el colectivo, es gravísimo al evidenciar una superficialidad de análisis, desconocimiento de la realidad del proyecto y carencia de rigor con el urbanismo de la villa. El premio, BIA Price se quiere entregar en una opípara cena (90 € cubierto) en el Guggenheim, cuyo alquiler sin el 21 % IVA, azafatas y demás complementos, es de 6.360 euro si lo abona el Ayuntamiento como Socio Protector o 9.060 si lo contrata el Colegio, es decir todo ello vergonzosamente pagado con fondos públicos. ¡ Se busca notoriedad política del PNV y autopromoción personal de la Junta ya que Foster y su esposa garantizan una excelente rentabilidad iconográfica. Denigrante. Una inmoralidad política, social y cultural.
Al valorar la obra del metro, demasiados, se han quedado en la superficie.
Es una rotunda e inadmisible ligereza conceder a Norman Foster, en realidad actualmente Foster& Partners que es el equipo que intervino, el mérito del Metro de Bilbao y despreciar a todos los que hicieron un trascendental trabajo previo, además 19 años después.
Este premio fruto de la frivolidad constituye, además de una injusta consideración a sus autores y coautores, una manipulación de la historia de la obra pública en Bilbao, una usurpación de la propiedad intelectual, y un intolerable fraude cultural.
Iñaki Uriarte
Arquitecto
Bilbao.
Estimado Iñaki,
En primer lugar quiero darte la bienvenida a este blog “personal” y agradecerte sinceramente tu aportación.
En segundo lugar, indicarte que comparto buena parte de tu análisis en lo que se refiere a la colaboración ingeniería-arquitectura en la obra del metro de Bilbao. Tengo la sensación de que no has llegado a leer la segunda parte del artículo en la que se recogen precisamente algunas de tus aportaciones en este sentido. Es un proyecto que hemos seguido muy de cerca desde la convocatoria del concurso en 1988.
Esta fructífera colaboración entre arquitectos e ingenieros es algo que venimos defendiendo por nuestra parte (García de la Torre Arquitectos), más allá de disputas o litigios sobre competencias profesionales. Lo que ha quedado demostrado a lo largo del tiempo es que los mejores proyectos y obras surgen de la colaboración estrecha entre ambas disciplinas, y en nuestra ciudad tenemos buenos ejemplos de ello. Asimismo coincido en tu valoración sobre la aportación de los técnicos locales en los proyectos llevados a cabo en nuestra ciudad, no solo en los más recientes. Es algo que resaltamos y reivindicamos en todos nuestros trabajos de divulgación como por ejemplo en nuestra última publicación “Bilbao nueva arquitectura new architecture” que a buen seguro conocerás y que, por cierto, no ha contado con ningún tipo de apoyo, patrocinio o subvención (todavía estamos pagando las facturas de la imprenta).
Sobre tu opinión en torno a la concesión del premio BIA a Norman Foster, nada que objetar. Es totalmente respetable. Coincido contigo en que hay otros profesionales, bastantes de ellos de nuestro entorno, que se merecen esta distinción por su aportación a la “regeneración urbana de la villa” y espero que así se considere en posteriores ediciones.
A título particular lo que sí te puedo decir es que a mí esta edición del BIA Forum lo único que me está proporcionando son muchísimas horas de trabajo no remunerado. Y en el apartado en el que específicamente estoy participando, intentamos acercar la arquitectura de nuestra ciudad a todos aquellos que muestran interés por ella y que están mostrando su agradecimiento por esta iniciativa. Abrir nuestra profesión a la ciudadanía e intentar explicar en qué consiste el trabajo del arquitecto y cuáles son las claves del desarrollo urbano de nuestro entorno. Precisamente hoy cerramos estas “rutas arquitectónicas” a las que a lo largo de tres semanas se han acercado más de seiscientas personas.
Si al acabar la ruta de hoy me queda resuello me acercaré al Museo Guggenheim para acompañar a Norman Foster en la entrega del premio BIA. Creo que hay que valorar estos “eventos” en su globalidad y sobre todo el esfuerzo de un grupo entusiasta de compañeros jóvenes (yo en esto soy de los más “viejunos”) que llevan tiempo trabajando empeñados en dar visibilidad a la arquitectura y a los arquitectos vizcaínos. Para mí la mayor satisfacción en estos días se produce cuando al final de las rutas la gente se acerca para agradecer que les hayamos abierto un poco los ojos hacia esos edificios, esas plazas, esos puentes, que ven todos los días y que, tal vez, a partir de ahora los verán “con otros ojos”. Ese es nuestro único interés, hablar de la arquitectura en el lenguaje de la calle, para todos los públicos, transmitiendo nuestra pasión por esta profesión lo mejor que sabemos.
Una vez más agradezco sinceramente tu aportación. Cada uno tenemos nuestra forma y maneras de expresar nuestra pasión por la arquitectura. Pero estoy seguro de que, sin embargo, nuestros objetivos no están alejados.
Un cordial saludo.
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