Tras el aplazamiento por la lluvia pudimos
disfrutar de un día soleado con una temperatura ideal para ascender a una de
las “culminaciones” del monte Buciero. Vistas iniciales hacia el mar antes de internarnos en el bosque de avellanos y robles llegando poco después a
la cumbre desde donde contemplamos una amplia panorámica de las marismas de
Santoña, Laredo, Noja…
Tampoco faltó el “espectáculo de la cabra”,
pero esta vez en versión original. Vacas, garcetas, setas, madroños, polvorines
y “casas blancas” nos fueron entreteniendo por el camino de vuelta, que
realizamos atravesando el macizo de Este a Oeste, terminando en el punto de
salida, el fuerte de San Martín.
Tras un refrigerio en el centro de la villa
marinera, “alguna cosita” para recuperar fuerzas, con la traca final de la queimada, con conxuro y todo. En primavera más y mejor… si es que se puede
mejorar. Seguro que sí.
(Pinchando sobre cualquiera de las
fotografías se abre la galería de imágenes.)
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Arrancando motores. (Fotografía de Teresa H.) |
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Mirando al mar... |
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¡Pelea, pelea! |
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En la cumbre. (Fotografía de Marta R.) |
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Santoña |
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Buscamos nombre para el grupo. Se admiten propuestas |
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Manos expertas |
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El otoño en todo su esplendor |
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¡No me mires, no me mires...! |
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Vacas y garcetas en buena armonía |
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Buciero al fondo |
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No vimos al pato... |
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El fruto del madroño: sabroso, nutritivo... y con algo de alcohol (Fotografía de Marta R.) |
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Entrantes... |
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...plato de cuchara... |
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...y postre. Queimada y huesillos, combinación perfecta. |
1 comentario:
Marta Regúlez ha dicho:
Gracias Bernardo. La verdad que como siempre pasamos un día estupendo.
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