Silvia nació
en Palafrugell, Juana en Buenos Aires. Silvia nació en 1983, Juana en 1962.
Silvia tiene una hija, Juana también. Silvia ha grabado siete discos, Juana
ocho.
Silvia y
Juana me han acompañado a lo largo de este verano raro, raro, raro, con sus
canciones. Ha sido un descubrimiento simultáneo y reciente, aunque no son unas
novatas en el mundo de la música. Y además he encontrado un nexo de unión entre
ellas: su inquietud, su inconformismo, su búsqueda continua. Aparte de su
extraordinaria calidad musical lejos de cualquier etiqueta posible.
Me alivia
encontrar de cuando en cuando, en cualquier campo o actividad artística,
propuestas que aporten un soplo de aire fresco, personas con capacidad de
riesgo y de cambio, dejando atrás, incluso, un estatus cómodo y desahogado. Y
sobre todo con capacidad de emocionar. En este caso, a través de sus universos
sonoros particulares.
Hoy empezaré
con Juana, Juana Molina. Que decidió abandonar su exitosa trayectoria como
actriz de telecomedias para dedicarse a lo que siempre le había apasionado, la
música. Mi “flechazo” con ella, ese idilio que dura ya varios meses, se produjo
al escuchar en la radio mientras viajaba por carreteras pobladas de vacas (esa
es otra historia) una canción de su último disco, “Cosoco”. Me dejó
hechizado.
No era capaz
de discernir en qué radicaba esa fascinación así que, sencillamente, me dejé llevar y embaucar por su ritmo y su sonoridad. Días después, alguien que sabe
de música mucho más que yo (que no sé nada) me dijo que la canción estaba en un
compás atípico, 7/8 (siete por ocho). ¡Mira tú! Y otra persona calificó la
canción como “rara”. Pues está bien, una canción rara para un verano raro. Todo
encaja, hasta un grupo de vacas en medio de la carretera.
Y claro, a
partir de entonces me tocó revisar la discografía y la trayectoria de Juana. Y
me enganché definitivamente a su universo sonoro, a su valentía, a su talento,
a su personalidad. Todo ello se recoge de forma sencilla y a la vez profunda en
el siguiente documental. Todo está en su cabeza… y en su pie.
(Continuará...)
(Continuará...)
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