Al margen de las ciudades, de los edificios,
los puentes son, probablemente, las construcciones más utilizadas en el cine. Chale Nafus, en su estudio sobre los
puentes en el cine, intenta dar respuesta a esta fascinación: “Muy pocas veces el personaje de una
película cruza un puente solo para llegar al otro lado. El paso por el puente
suele significar algún tipo de cambio, la transición a una nueva fase vital, la
conexión con una persona nueva, o la confrontación con el peligro e incluso la
muerte.” Por tanto la palabra clave
es “cambio”, una palabra que se ajusta muy bien a uno de los axiomas de la
construcción cinematográfica, el que dice que los protagonistas de una película
no deben ser los mismos al principio que al final de ella. Es decir, deben
sufrir algún cambio en su transcurrir por la pantalla. Tienen que aprender
algo, deben resolver sus conflictos… Y son precisamente los puentes escenarios
adecuados para la dramatización de estas historias.
Revisando entradas anteriores de este blog
sobre la temática cinematográfica he descubierto que, curiosamente, ya han
aparecido varias películas en las que los puentes tienen una presencia más que
testimonial en su desarrollo argumental. Y dos de ellas pertenecen al género
que denominé como “películas románticas”: En “Los puentes de Madison” un fotógrafo
llega hasta Winterset con el propósito de captar con su cámara unos curiosos
puentes cubiertos de madera del siglo XIX. Y en “Breve encuentro” un pequeño puente de piedra alejado de la ciudad
acoge las citas de los amantes.
En tiempos de guerra los puentes son un punto
de gran valor estratégico, al garantizar el paso de las tropas, y han
protagonizado multitud de películas del género bélico basadas, muchas de ellas,
en hechos reales. Quizás una de las más populares sea “El puente sobre el río Kwai” (David
Lean, 1957). David Lean también
fue el director de “Breve encuentro”,
citada anteriormente. ¿Casualidad? Y, como contraposición, una de las menos
conocidas, realizada el mismo año, es “El
puente” (Bernhard Wicki, 1957),
en la que se narra el espeluznante sacrifico humano en tiempos de guerra. Un
grupo de adolescentes alemanes deciden defender el puente de su pueblo ante el
avance de las tropas aliadas. Y se convierte en el escenario de su muerte
cuando solo unos días antes era el escenario de sus juegos. Los dos muchachos
supervivientes acaban disparando contra sus propios soldados compatriotas al no
poder aceptar que el sacrificio de sus amigos haya sido en vano. La historia
concluye con una voz en off: “Esto ocurrió el 27 de abril de 1945. Fue
tan irrelevante que no apareció en ningún comunicado de guerra.” Una de las
películas de guerra más amargas que conozco aunque… ¿acaso hay alguna que no lo
sea?
“El
puente”
En el Pont-Neuf,
el puente más viejo de París,
transcurre la mayor parte de la acción de una de las películas europeas más
polémicas y a la vez atractivas de los últimos años, “Los amantes del Pont-Neuf” (Leos
Carax, 1991). En ella se cuenta la historia de amor entre un vagabundo (Denis Lavant) que se ha instalado a
vivir en el puente, y Michelle (Juliette
Binoche), una chica de familia acomodada que se está quedando ciega. El
puente, que se encuentra cerrado al tráfico por obras de reforma, se convierte
en su refugio y en un lugar casi mágico en el que evoluciona la relación y el
acercamiento de dos personalidades muy dispares. Esta historia de amor fou tiene una escena final que se
adelanta a la ya muy popular que años después llevaran a cabo los protagonistas
de “Titanic” encaramados en la proa
del barco.
“Los
amantes del Pont-Neuf”
Un uso diferente de los puentes en el cine es
el de su inclusión para localizar la acción. Son abundantes, por ejemplo, las
películas ambientadas en Nueva York que empiezan con una vista panorámica, a
veces aérea, con el puente de Brooklyn
u otro de los que une Manhattan con
los barrios adyacentes. “Fiebre del
sábado noche” (John Badham,
1977), se inicia precisamente con un plano del puente de Brooklyn con la isla de Manhattan
al fondo. Y a continuación otro plano similar con el puente de Verrazano. Es una forma de expresar que
para los habitantes de Brooklyn el
primer puente les unía con lo inalcanzable (el Manhattan de la gente acaudalada) y el segundo con una zona en la
que, por el contrario, podían sentirse superiores (Staten Island, donde se concentraban la mayoría de los inmigrantes
con menor poder económico). En este caso el puente funciona como elemento de
transición entre diferentes clases sociales, a través de sus correspondientes
territorios.
“Fiebre
del sábado noche”
Para finalizar esta breve revisión del
protagonismo de los puentes en el cine, no puedo dejar pasar una de sus
funciones, no prevista inicialmente al ser construidos, pero indudablemente
real: su atracción para los suicidas. Cuando la protagonista de “La chica del puente” (Patrice Leconte, 1999), tras arrojarse
al río Sena se encuentra en la sala
de recuperación del hospital, un señor en su misma situación le pregunta con
toda naturalidad: “¿De qué puente viene?”
5 comentarios:
Una sensación muy bonita y diferente, que seguro que estará recogida en alguna película, es pasar navegando bajo un puente. A mí me ha pasado en alguna ocasión entrando a puerto.
Saludos,
Luis.
Tienes razón. Ahora mismo me viene a la cabeza la entrada a Lisboa desde el mar, pasando bajo el puente 25 de Abril, que parece como un gran marco que da la bienvenida a la ciudad.
Y en una película italiana reciente, "La gran belleza", aparece ya con los títulos de crédito un recorrido por Roma desde el río, cruzando bajo los puentes, con una visión diferente de la ciudad.
Y ya que estamos entre navegantes, saludos para Rafa si lee esto, que está ahora en alta mar, con la rodilla tocada. ¡Ánimo!
Os dejo el link a un interesante tumblr: fotogramas de puentes que aparecen en películas.
Un saludo.
Os dejo el link a un interesante tumblr: fotogramas de puentes que aparecen en películas.
Un saludo.
http://architectureforsuicides.tumblr.com/
Gracias por tu aportación, Anónimo. Interesante recopilación. Y es curioso, por ejemplo, la aparición del mismo puente (estoy pensando en el Golden Gate de San Francisco) en películas de temática muy diferente.
Saludos.
Publicar un comentario